Unos meses después de que a la Unión Europea le diera por revisar algún que otro documento que tenía guardado en los cajones, como fue el caso del acuerdo de Safe Harbor, y darse cuenta de que este no cumplía con las normativas de privacidad europeas, se abre un nuevo capítulo: el acuerdo Privacy Shield.
Parece ser que tras ser conscientes del enorme ruido que habían despertado con el cese del acuerdo de Safe Harbor y las implicaciones que este conllevaba para usuarios finales como nosotros de herramientas como MailChimp, Skype, Drive o Dropbox… el gobierno de EEUU y la Unión Europea han decidido crear una versión 2.0. del mismo, llamado Privacy Shield.
¿Qué tiene Privacy Shield que no tenga yo? Firmado: Safe Harbor.
Básicamente, y no es poco, lo que hace este nuevo acuerdo es obligar a que EEUU se comprometa, por escrito, a no acceder a los datos de carácter personal de los ciudadanos europeos que utilicen estas herramientas.
Hasta el momento, con el acuerdo de Safe Harbor, podía hacerlo con el pretexto de la defensa de la seguridad nacional.
Cómo comentamos, esto sólo ha sido un acuerdo entre gobiernos.
Será necesario estudiar con detenimiento el documento jurídico que plasmará los diferentes puntos que conformarán dicho acuerdo, y ver si en los mismos existe algunos resquicios legales que hagan que no sea tan seguro como se pretende.
Entonces… ¿ya es seguro utilizar Mailchim o Dropbox?
Si lo que quieres saber es si ahora las herramientas como Drive, Dropbox o Mailchimp son más seguras que hace 2 meses cuando se disolvió Safe Harbor, la respuesta es clara: no, son exactamente igual de seguras (o de inseguras, según se vea).
Lo que sí que es evidente es que este nuevo acuerdo da una mayor tranquilidad no sólo a las propias empresas que se podían enfrentar a pérdidas millonarias, sino a la gran mayoría de autónomos y PYMES europeas.
Y es que la interrupción del acuerdo de Safe Harbor las situaba ante una posible amenaza de recibir una sanción ejemplar por alojar sus datos en servidores no europeos, y, en principio, a los usuarios finales los cuáles mantendrán protegida su privacidad.
De todas formas, si lo que realmente quieres es no estar pendiente de estos cambios relacionados con la protección de datos, siempre existen alternativas menos conocidas pero no por ello menos competitivas a estas herramientas, la cuestión es encontrarlas, como es el caso de Mailrelay.
Puedes ver un buen ejemplo de su potencial en este post sobre MailRelay, conocido ya como el mailchimp español.
Lo dicho, a partir de esta noche ya puedes dormir tranquilo/a.
Ya no vendrán los cocos de la unión europea a denunciarte porque utilices herramientas estadounidenses que vulneran las leyes de protección de datos, ni podrán ver tus mensajes románticos enviados por Mailchimp 🙂
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